Entrevista a Eva Cerezo en Heraldo de Aragón con motivo del 11F

Entrevista realizada por el Heraldo de Aragón el pasado 9 de febrero a Eva Cerezo con motivo de la celebración del 11F donde destaca la preocupación que genera que las niñas descarten directamente los grados tecnológicos.

Estudió Ciencias Físicas y después una tesis en Ingeniería Informática, ¿qué la motivó?

A mi me gustaban mucho las matemáticas y dudé. Finalmente me decidí por Física. No había muchas chicas, pero desde luego más de lo que me he encontrado después como docente en Ingeniería Informática. Al comenzar la tesis en esta rama descubrí que es uno de los feudos más masculinizados dentro de las ingenierías.

¿Por qué las alumnas no se matriculan en ingeniería?

Hay muchas desigualdades. Por ejemplo, en Química hay bastantes, pero cuando entras en Informática, estamos por debajo del 10% y con los años se sigue bajando. Con el Programa Diana acudía a institutos y cuando preguntaba si alguien se planteaba estudiar ingeniería, nadie respondía. Algún chico levantaba la mano, pero de ellas, ninguna. Lo habían descartado desde hacía muchísimo tiempo. Me preocupa que directamente no se planteen estos grados. 

Y más en una titulación con mucho futuro.

La tecnología es donde se van a generar un montón de puestos de trabajo. Por un lado, preocupa que las mujeres se queden fuera de estas posibilidades. Por otro, que toda la tecnología solo esté desarrollada por hombres. Creo que es muy importante que en los equipos haya diversidad. Además, en general, existe una falta de vocación en este ámbito en los STEM y muy particularmente en tecnología.

La tecnología y la ingeniería son quizás las grandes desconocidas

El atractivo que tiene y que mucha gente desconoce es el impacto en la sociedad. La ciencia básica es necesaria, pero luego tiene que haber alguien que la aplique y ahí entra la ingeniería. Las mujeres muchas veces seleccionamos nuestras vocaciones por la utilidad en nuestros congéneres y en la sociedad. Y eso es la ingeniería. Lo que queremos transmitir es que siendo una ingeniera también puedes ayudar a los demás.

Por ejemplo, el área a la que se dedica.

En la interacción persona-ordenador se intenta conocer si los desarrollos son accesibles, les ayudan y si cumplen sus necesidades. Dentro de la informática es donde hay más mujeres. Por el contrario, cuando me dedicaba a temas de gráficos -durante su tesis- solo había hombres. Te acostumbras y lo normalizas hasta que, de repente, dices: ¿pero por qué? Según vas subiendo profesionalmente vas viendo que cada vez eres menos y, en algunos niveles, te encuentras sola.

Ha llegado a la dirección de un departamento y a ser investigadora principal, ¿cómo lo ha vivido?

En los momentos de mi carrera en los que he tenido que pensarme si dar el paso adelante o atrás, tener compañeras mujeres que me han dado apoyo ha sido fundamental. Tampoco podemos hacerlo sin que nuestros compañeros empujen en la misma dirección. Si las mujeres queremos tener más representatividad y más cargos lo primero que tenemos que hacer es aceptar y dar un paso adelante cuando hay una oportunidad. No es una cuestión de tiempo.

¿Qué le diría a una joven que duda sobre elegir un grado u otro?

Lo fundamental es que escoja algo que le guste y, por lo tanto, que no descarte nada a priori. Sobre todo que no descarten algo porque piensen que no son capaces, porque lo son.