Los galardones, creados conjuntamente por la Sociedad Científica Informática de España (SCIE) y la Fundación BBVA, “reconocen la creatividad, originalidad y excelencia” de los jóvenes doctores, “y pretenden servir de estímulo para que continúen con su labor de investigación”.
En la presente edición inaugural se han concedido seis premios, cada uno con la dotación de 5.000 euros. Los premiados son: Cristóbal Camarero, de la Universidad de Cantabria, por sus contribuciones a la arquitectura de los superordenadores; Elena Garcés, de la Universidad de Zaragoza, por desarrollar algoritmos innovadores para el tratamiento digital de imágenes; Josué Feliu Pérez, de la Universidad Politécnica de Valencia, por sus trabajos para mejorar la eficiencia de los procesadores multinúcleo; Petar Jovanovic, de la Universidad Politécnica de Cataluña, por su investigación en el área de la gestión de grandes paquetes de datos (Big Data); María Pérez Ortiz, de la Universidad de Córdoba, por desarrollar aplicaciones innovadoras en aprendizaje automático, un campo de la inteligencia artificial; y Alejandro Ramos Soto, de la Universidad de Santiago de Compostela, por crear nuevos sistemas de generación de lenguaje natural mediante la aplicación de técnicas de lógica borrosa.
“Asistimos a momentos de grandes retos para las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs). Estratégicamente, España no puede quedarse atrás a la hora de aportar innovación a la era digital. Hay mucho talento, y tenemos que aprovecharlo. Tenemos que apoyar la investigación de excelencia y también a la industria, que debe demandar y usar los avances. Sólo la sinergia entre la investigación académica y la industria nos permitirá avanzar en estos campos, que son trenes que no podemos perder”, asegura Antonio Bahamonde, presidente de la SCIE.
Por su parte, el presidente del jurado, Francisco Tirado Fernández, catedrático de Arquitectura y Tecnología de Computadores en la Universidad Complutense de Madrid, ha resaltado la alta calidad de las candidaturas y la diversidad de áreas que abarcan. En su opinión, estos premios contribuyen a identificar y dar visibilidad a “jóvenes investigadores excelentes”. En el momento actual, señala Tirado, este reconocimiento puede ser muy importante, teniendo en cuenta el riesgo de que el ámbito académico español no pueda acogerlos, dadas las dificultades a que se enfrentan hoy universidades y centros de investigación para ofrecer plazas estables.
Los premios están dirigidos a jóvenes doctores en informática menores de 30 años que hayan realizado su trabajo de investigación en una universidad o centro científico de España, en áreas como arquitectura y tecnología de computadores, ciencias de la computación e inteligencia artificial o lenguajes y sistemas informáticos.
Un jurado de destacados expertos
Las bases establecen un jurado compuesto por diez expertos de reconocido prestigio, nombrados por la Fundación BBVA y por la SCIE a partes iguales. En esta edición, los miembros del jurado han sido: Francisco Tirado Fernández, catedrático de Arquitectura y Tecnología de Computadores en la Universidad Complutense de Madrid (presidente); Amparo Alonso Betanzos, catedrática de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial en la Universidad de La Coruña; Antonio Bahamonde Rionda, catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Oviedo; María José Escalona Cuaresma, profesora titular de Lenguajes y Sistemas Informáticos en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla; Aníbal R. Figueiras Vidal, catedrático de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universidad Carlos III de Madrid; José Antonio Gámez Martín, catedrático de Sistemas Informáticos de la Universidad de Castilla-La Mancha; Inmaculada García Fernández, catedrática de Arquitectura de Computadores de la Universidad de Málaga; Asunción Gómez-Pérez, catedrática de Inteligencia Artificial de la Universidad Politécnica de Madrid; Emilio López Zapata, catedrático de Arquitectura de Computadores de la Universidad de Málaga; y Mario Piattini, catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Elena Garcés